Rey Juan Carlos . Por Agencia EFE |
Sus palabras se producen apenas dos semanas después de que la Casa Real
española adoptara la decisión sin precedentes desde la entronización del rey en
1975 de apartar de los actos oficiales a uno de sus miembros, Iñaki Urdangarin,
yerno del monarca, que está siendo investigado por su presunta implicación en un
caso de corrupción.
En su tradicional mensaje de Navidad, transmitido a todo el país por
televisión y radio, el monarca también advirtió de que el camino de la
recuperación económica "no será corto ni tampoco fácil" y "exigirá sacrificios",
al tiempo que reclamó a los terroristas de ETA que entreguen "sus armas
asesinas" y desaparezcan para siempre.
En la alocución, muy esperada este año tras el escándalo que afecta a Iñaki
Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, el rey animó a no generalizar
comportamientos individuales, "so pena de cometer una gran injusticia" y porque
"de lo contrario, se podría causar un grave daño a instituciones y
organizaciones que son necesarias para la vertebración de nuestra sociedad".
Tras manifestar su voluntad de hablar al país "con sinceridad y realismo", el
rey señaló que le preocupa "enormemente" la desconfianza que parece extenderse
en algunos sectores de la opinión publica con respecto a "la credibilidad y
prestigio" de algunas instituciones de España.
"Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos. Todos,
sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de
observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar", insistió el
rey y consideró "natural" que la sociedad reaccione "cuando se producen
conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética".
Las palabras del monarca se producen después de que el pasado 12 de diciembre
la Casa del Rey calificara de "no ejemplar" el comportamiento de Urdangarin,
investigado en relación a un gran caso de corrupción, y lo apartara de los actos
oficiales.
La polémica arrancó cuando el fiscal anticorrupción de las Islas Baleares
ordenó el registro en Barcelona de las oficinas de una red de sociedades
vinculadas al Instituto Nóos, una Fundación sin ánimo de lucro que Urdangarín
creó y presidió entre 2004 y 2007.
A partir de ahí, los medios de comunicación españoles de todos los signos han
ido desgranando un goteo continuo de datos sobre el sumario secreto de este
caso, ilustrando cómo el duque, junto con su socio en el Instituto Nóos, Diego
Torres, ya imputado, presuntamente se enriquecieron con millones de euros de
fondos públicos.
El monarca también se refirió en su mensaje a la "severa" crisis económica
que atraviesa el país y reclamó que todas las futuras medidas económicas tengan
como objetivo final la recuperación del empleo, porque la elevada tasa de
desempleo es "moralmente inasumible para un país vertebrado, moderno y
solidario" como España, que cuenta con casi cinco millones de desempleados.
"Sé, sabemos todos, que el camino de la recuperación no será corto ni tampoco
fácil, que exigirá sacrificios", dijo el monarca, que incidió en que "la
naturaleza global" de la actual crisis "ha puesto de manifiesto la dificultad de
que cada país pueda afrontarla aisladamente".
"Las soluciones exigen establecer de forma coordinada medidas efectivas. En
ese empeño se encuentra la Unión Europea y en él Europa encontrará a España en
la vanguardia, como actor destacado que desea seguir jugando un papel
relevante", añadió, al subrayar la "vocación europeísta" de España.
En el primer mensaje a los españoles en el que se refiere al anuncio de ETA
de poner fin a su actividad terrorista, el monarca destacó que la unidad y
firmeza de los españoles frente a los terroristas "han demostrado que los
proyectos totalitarios no tienen cabida en la España democrática".
"Ahora es ya tiempo de que los terroristas entreguen sus armas asesinas y
desaparezcan para siempre de nuestras vidas", afirmó, al tiempo que ofreció a
las víctimas del terrorismo "apoyo, solidaridad y afecto".
ETA anunció el pasado 20 de octubre el "cese definitivo de su actividad
armada" tras cinco décadas de actividad armada, en las que ha asesinado a más de
800 personas. EFE
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